La Baja Estima, como otro
síntoma de las heridas, es la baja valoración de ti mismo como persona, lo que impide
conocerte, autovalorarte y autoevaluarte objetivamente, reconociendo tus
capacidades y limitaciones
No sirvo para nada... No puedo lograrlo...
Tú lo haces mejor que yo... Yo soy de lo peor...
Como me gustaría ser como... Yo soy menos que...
Todas estas frases y
muchas más son signos de baja estima, a través de la cual tengo un problema de
valoración de mi personalidad.
El no aceptarme tal
como soy trae su historia desde nuestra infancia, cuando nos decían:
Yo tengo que hacerlo todo...
Eres bruto o bruta...
¿Cuándo vas a hacer algo bien?...
Aquí el que manda soy yo, usted no opina nada...
Eres un cero a la izquierda...
Estás gordísimo o flaquísimo...
Y hemos cargado con
esas frases que nos han herido durante muchos años, hasta el punto de hacerlas
nuestras como parte de nuestra personalidad.
Para reflexionar, es bueno preguntarme:
·
¿Me siento
constantemente mal conmigo mismo(a)?
·
¿Me siento
fácilmente atacado(a) y guardo resentimiento?
·
¿Hago cosas
para que me quieran?
·
¿Me siento muchas
veces deprimido(a)?
·
¿Cuáles frases
de mi infancia recuerdo que me hicieron daño, me hacían sufrir, me dolían?
¿Cuáles me digo yo actualmente?
Tomado de
Cabarrús (2003), Ser Persona en Plenitud, Fe y Alegría.