lunes, 13 de abril de 2015

AGRADAR AL AMIGO

Una de las cosas que me ha gustado desde adolescente es el tocar guitarra y cantar, encontrando en las misas un buen momento para hacerlo, por lo que he participado de varios grupos o ministerios musicales para animar las diversas liturgias.
 De esta etapa inicial quisiera recordar un domingo, que estando en Misa del barrio donde nací, el Padre Guillermo Beaumont sj. celebraba y al momento de cantar en el acto penitencial, él con unas u otras palabras nos dijo lo siguiente: "Sé que esta canción nos gusta porque nos identifica; sin embargo, alguien me ha pedido que no la cantemos más por no estar de acuerdo con la misma. Así como actuamos para agradar al amigo, pido que no cantemos más esta canción, como el acto de no desagradar al amigo".

En ese momento no comprendí bien esa petición, por el contrario la cuestioné y aunque la obedecí seguía pensando que no era justa.
Con el tiempo comprendí que lo realmente importante no era la canción o negarte a lo que te gusta hacer, sino la actitud de hacer aquello que no aleje al otro u otra por mis pensamientos, sentimientos u acciones.  Decimos constantemente que como personas estamos llamados al encuentro, pero hacemos todo lo contrario por diversas razones, sean políticas, religiosas, culturales o deportivas, entre otras.
No hemos sido capaces de convivir con nuestras diferencias y para justificar nuestra incapacidad no asumimos nuestras actitudes divisoras y egoístas, sino que siempre responsabilizamos al otro.
Nos hemos encargados de ver en los demás enemigos en vez de amigos.  Sé que la amistad no es algo que se dé con todas las personas y no estoy pidiendo que seas amigo o amiga de todos, porque eso no es posible. Lo que si te pido es que cuando actúes lo hagas pensando que necesitas agradar a tu amigo, eso es lo que te permitirá una mejor convivencia.


viernes, 11 de abril de 2014

Carta del Papa Francisco a Venezuela en ocasión del inicio del Diálogo y a favor del Encuentro y de la Paz



lunes, 24 de febrero de 2014

Invitados a Desaprender

DESAPRENDER PARA APRENDER

Quisiera comenzar con estas palabras que han dado muchas vueltas en mí y que salen para ser parte junto a muchas que dicen que la cosa no puede seguir así.

En esta confrontación entre hermanos voy a hablar en un tono conciliador y lo haré desde mi perspectiva y responsabilidad, rogando a Dios decir las palabras correctas para no herir susceptibilidades, que están a flor de piel en estos tiempos.

Cómo docente, una frase que he venido escuchando con mucha insistencia y que he tomado como propia es la que estamos invitados a “desaprender para poder aprender” y a eso voy a invitarlos a través del presente escrito. Estoy llamado a desaprender una serie de actitudes que en nada favorecen al diálogo entre las partes para poder aplicar nuevas actitudes que sí permitan el encuentro, tomando en cuenta las siguientes consideraciones que nos ayuden a retomar el valor de la Paz y la Vida en nuestra sociedad venezolana.

·      Lo primero es que debe existir una convicción interna de querer dialogar. Mi boca puede repetir en innumerables ocasiones la palabra PAZ, pero si en mi interior no se siente, de nada servirán todas las acciones que haga, porque esa incoherencia me llevará a actuar de manera contraria a mis postulados, tal como observamos en una campana hueca. Por lo que invito en un primer momento a desaprender el no hablar para quedar bien ante un grupo o la sociedad, sino porque de verdad siento y hago lo que digo, debo aprender a ser coherente cuando hablo de paz.

·      Es cierto que con el tiempo se han venido acumulando muchas cosas, de parte y parte que han venido aflorando estos días, el que se digan no es malo, sino la forma en que se dicen.  Simplemente venimos observando reacciones desproporcionadas en las que han salido a relucir muchas cosas y con las que he herido a ajenos y a propios. De allí que el segundo desaprendizaje al que invito es a no explotar como la olla de presión, sino a ir expresando mis angustias, dolores y denuncias, sé que puede existir la sensación de no ser escuchados, pero te aseguro que lo que digas llegará a algún lugar, a donde deba llegar.

·      No puedo hablar de Paz y de Vida y seguir siendo eco de frases, fotos y videos que no reconozco y no sé su raíz pero que tienen un tono o lenguaje violento.  Escuchamos de parte y parte acusaciones de publicaciones montadas, amañadas o de otro sitio y simplemente al yo repetirlas (en cualquiera de las posiciones) estoy quedando como una persona sin criterios, a no ser que mis criterios no sean la Paz y la Vida (que puede ocurrir). Por lo tanto, el tercer desaprendizaje al que hago referencia es a no ser un simple reproductor o reproductora, sino que me convierta en un  productor o productora; en ti hay muchas cosas buenas que pueden ayudar en este momento, de ti depende encontrarlas y ponerlas al servicio de los demás.

·      Hay una realidad que nos pega y nos duele y que estoy llamado a denunciar o defender, pero mi denuncia o defensa pierde su efecto cuando utilizo el descrédito de la persona como el modo de expresar las injusticias; palabras denigrantes, ofensivas o intimidatorias en nada favorecen el diálogo, y en estos tiempos hemos escuchado y leído muchas de ellas. De tal manera que el cuarto desaprendizaje al que invito es a desmontar toda palabra vulgar, soez o irónica que alejan del diálogo y buscar en nuestro léxico palabras de encuentro, sé que también conocemos ese tipo de palabras, pero no sirven de nada si las guardo en mi interior.

·     Siento que yo tengo mi verdad y debo luchar por ella, pero no puedo dejar de lado que existen otras verdades similares o diferentes a la mía, por lo que no puedo decir que no hay verdades diferentes a la mía y considerar insulso mental a quien no me acompañe. Situación que me invita a desaprender que mi verdad es la única aceptable y válida en esta sociedad, para aprender que debo reconocer en el otro y la otra sus verdades y manifestar las propias sin imponerlas.

·      Algo importante de la realidad es que no puede ocultarse y negarla no hace que desaparezca, por lo que el diálogo debe ir acompañado de la exposición de una problemática, que mientras no se atienda no permitirá que haya paz; hay fuertes problemas sociales, económicos y políticos que se han ido negando pero que no han dejado de sentirse.  Por lo que debo desaprender a negar por principio todo aquello que afecte mi status quo y aprender a aceptar mis equivocaciones con el ánimo de enmendarlas y no seguir fortaleciéndolas.

·      Pareciera que los problemas que me aquejan y que son muy reales me alejen de la espiritualidad necesaria para afrontarlos, dejando en un segundo plano a ese Dios de la Vida, considerando que Él no tiene nada que ver allí, porque este es un problema del hombre y que su mensaje me increpa a actuar de una manera distinta a la que me exige la sociedad.  Mi invitación aquí es que en estos momentos de conflicto es cuando menos debo dejar de lado mi relación con Dios, aprendiendo a poner en sus manos todo mi ser, angustias, preocupaciones, sentimientos y reconocer con humildad que nada de lo que haga tiene valor si no lo hago bajo el mandamiento del Amor.

Seguro que hay otros desaprendizajes que debemos aplicar en estos momentos, por lo que este no es un tema cerrado, lo que sí tengo claro es que no es un camino para recorrer solo, sino encontrándome con otros con igual o diferente pensar al mío, por lo que invito a no darle un simple “me gusta” o “no me gusta”, sino que puedas aportar para construir una sociedad más humanizada, que tanto nos hace falta en estos tiempos.


Alejandro Peñaloza
Barquisimeto, 24 de febrero de 2014

martes, 3 de julio de 2012

REACCIONES DESPROPORCIONADAS


Las reacciones desproporcionadas es otra forma en que afloran las heridas en nuestra vida.

En algunos casos ocurre por la hipersensibilidad que tenemos en un determinado momento en el que todo nos afecta, sin importar la magnitud de la situación. Nos sentimos atacados por todos los flancos.

También encontramos reacciones desproporcionadas causadas por la acumulación de sentimientos que no llegan a aflorar de una manera normal, dichos sentimientos pueden ser positivos o negativos, aunque se presentan con mayor frecuencia la acumulación de sentimientos negativos.


Son frases típicas de las personas con reacciones desproporcionadas: “ya no aguanto más”, “ésta fue la gota que derramó el vaso de agua”, “yo tengo un límite y ya lo han traspasado” o “déjame en paz” o “me van a hacer daño”, entre otras.


En algunos casos, mis reacciones desproporcionadas afloran ante la persona que menos tiene que ver con mis heridas y hago que pague por algo que no ha hecho.



Para reflexionar es bueno preguntarme:

¿Qué reacciones mías me cuesta más comprender?
¿De qué me acusan más las otras personas?
¿Cómo me he sentido cuando han reaccionado desproporcionadamente conmigo?
 ¿Cómo he actuado después de herir a otra persona con mi reacción desproporcionada?

viernes, 15 de junio de 2012

LA BAJA ESTIMA


La Baja Estima, como otro síntoma de las heridas, es la baja valoración de ti mismo como persona, lo que impide conocerte, autovalorarte y autoevaluarte objetivamente, reconociendo tus capacidades y limitaciones





¿Cuántas veces en tu vida te has dicho?...
No sirvo para nada...   No puedo lograrlo...    Tú lo haces mejor que yo...    Yo soy de lo peor...    Como me gustaría ser como...  Yo soy menos que...


Todas estas frases y muchas más son signos de baja estima, a través de la cual tengo un problema de valoración de mi personalidad.

El no aceptarme tal como soy trae su historia desde nuestra infancia, cuando nos decían:

Es que no sirves para nada...
Yo tengo que hacerlo todo...
Eres bruto o bruta...
¿Cuándo vas a hacer algo bien?...
Aquí el que manda soy yo, usted no opina nada...
Eres un cero a la izquierda...
Estás gordísimo o flaquísimo...

Y hemos cargado con esas frases que nos han herido durante muchos años, hasta el punto de hacerlas nuestras como parte de nuestra personalidad.


Para reflexionar, es bueno preguntarme:
 
·        ¿Me siento constantemente mal conmigo mismo(a)?
·        ¿Me siento fácilmente atacado(a) y guardo resentimiento?
·        ¿Hago cosas para que me quieran?
·        ¿Me siento muchas veces deprimido(a)?
·        ¿Cuáles frases de mi infancia recuerdo que me hicieron daño, me hacían sufrir, me dolían? ¿Cuáles me digo yo actualmente?

Tomado de Cabarrús (2003), Ser Persona en Plenitud, Fe y Alegría.


martes, 20 de marzo de 2012

LAS COMPULSIONES


Al hablar de la parte herida de nuestro corazón, encontramos que uno de sus síntomas es la
COMPULSIÓN

La cual es un mecanismo psicológico inconsciente que brota de los miedos, buscando escapar de ellos; sin embargo, llevan al mismo miedo que lo origina, haciendo que se haga realidad.

Son ejemplo de ellos:



El Perfeccionista que se comporta así para no ser condenado, pero al final resulta condenado por ser perfeccionista.



El Servicial que desea evitar no ser querido, pero por ser extremadamente servicial es rechazado.



El que busca tener éxito por miedo al fracaso, y va de fracaso en fracaso.



El que quiere aparecer como diferente para no ser comparado, que al final es comparado por su actitud.



El acumulador intelectual por miedo al vacío y cada vez se siente más y más vacío.


Tomado de Cabarrús (2003), Ser Persona en Plenitud. Fe y Alegría


Se actúa en función de los miedos y no en base a una convicción de hacer las cosas.


Para reflexionar es bueno preguntarse:
·         ¿Cuál es mi compulsión más significativa?
·         ¿Qué miedo está detrás de ella?

miércoles, 7 de marzo de 2012

LOS DOS ROSTROS DEL CORAZÓN


San Ignacio de Loyola, fundador de los Jesuitas



plantea que la experiencia personal implica por una parte una realidad golpeada, herida, vulnerada



 y por otra, un potencial reflejado en un “pozo” de posibilidades, un conjunto de fuerzas positivas.



En la medida en la que te des cuenta de lo que brota de tu parte vulnerada y la vayas sanando, y te des cuenta de la riqueza que hay en tu pozo y lo vayas potenciando, te irás conociendo, irás creciendo y descubriendo tu verdad más honda...   y a la vez, al ser una persona modificada por dentro, irás modificando las estructuras de la historia.

Tomado de Fe y Alegría (2003). Ser Persona en Plenitud.
Programa Internacional de Formación de Educadores Populares.