Las reacciones desproporcionadas es otra forma en que afloran las heridas en nuestra
vida.
En algunos casos ocurre por la hipersensibilidad que
tenemos en un determinado momento en el que todo nos afecta, sin importar la
magnitud de la situación. Nos sentimos atacados por todos los flancos.
También encontramos reacciones desproporcionadas causadas
por la acumulación de sentimientos que no llegan a aflorar de una manera normal, dichos sentimientos
pueden ser positivos o negativos, aunque se presentan con mayor frecuencia la
acumulación de sentimientos negativos.
Son frases típicas de las personas con reacciones desproporcionadas:
“ya no aguanto más”, “ésta fue la gota que derramó el vaso de agua”, “yo tengo
un límite y ya lo han traspasado” o “déjame en paz” o “me van a hacer daño”,
entre otras.
En algunos
casos, mis reacciones desproporcionadas afloran ante la persona que menos tiene
que ver con mis heridas y hago que pague por algo que no ha hecho.
Para
reflexionar es bueno preguntarme:
¿De qué me acusan más las
otras personas?
¿Cómo me he sentido cuando
han reaccionado desproporcionadamente conmigo?
¿Cómo he actuado
después de herir a otra persona con mi reacción desproporcionada?
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